Juan Jiménez | 18/04/2011
El Cajasol llegó tarde al Palaverde. Para cuando se enteró de que estaba jugando la final de la Eurocopa, posiblemente el partido más importante de su historia, perdía 40-20. Y jugó frustrado, contra el reloj. No se perdonó la distracción. "No se puede, no se puede", ironizaban las aficiones de Unics Kazan y Benetton, aliados voluntarios. El Unics, otro nuevo rico del baloncesto ruso que ya es alternativa real al CSKA, volará a Kazan con el segundo título europeo de su historia. Es merecido. Desde su visceral base, Popovic, a su torre, un mejorado Lampe, el quinteto del Kazan es de un nivel superior. Tanto que si amplía su fondo de armario dará que hablar en la próxima Euroliga.
Al Cajasol le pasó un rodillo por encima en el primer cuarto. Pashutin juega con reglas antiguas. Los mejores, en la cancha hasta que revienten. Poca rotación. El Kazan, algo inédito en el baloncesto de hoy, jugó el primer cuarto con los mismos cinco jugadores: Popovic, Lyday, McCarty, Veremeenko y Lampe. Y lo bordaron. Resultado: 32-16. A Plaza le sorprendió tal nivel de perfección. La final parecía liquidada en el minuto 15: 40-20. Pero Plaza se puso rebelde y, como si fuera fútbol, mandó a sus jugadores arriba, a presionar hasta los saques de fondo. El Unics se asustó. Tanto que diez minutos después, el corazón indomable del Cajasol estrechó el marcador al 55-48 (min. 25). Y los 300 hinchas se lo creyeron. "Sí, se puede".
Inquieto, Pashutin se dejó de experimentos y se entregó a Popovic, que desactivó la zona-press del Cajasol trasladando el balón a velocidad de vértigo. Minutos después apareció Lampe. El cóctel fue fatal para el Cajasol, que a cinco minutos del final tiró la toalla tras dejarse hasta la última gota de sudor y vio levantar la Copa al Kazan. Para empezar a ganar, por esos trances pasó hasta Jordan. Con todo, felicidades Caja.
Cajasol (16+20+26+15): Satoransky (4), Bullock (15), Kirksay (10), Ivanov (3), Davis (5) -cinco inicial- Triguero (10), Cabanas (-), Urtasun (15), Katelynas (9) y Calloway (6).
Árbitros: Guerrino Cerebuch (Italia), Boris Ryzhyk (Ucrania) y Panagiotis Anastopoulos (Grecia). Eliminaron por cinco faltas personales al jugador del equipo ruso Veremeenko (m.35)
Incidencias: Final de la Eurocopa disputada en el Palaverde de Treviso ante unos 3.500 espectadores, entre ellos unos trescientos seguidores del equipo español. El escolta croata del Unics Kazan Marko Popovic fue elegido mejor jugador (MVP) de la final.