Muchos son los jugadores y jugadoras que han pasado por el club en sus catorce años de existencia. A todos se les coge un gran cariño, los entrenadores no estamos hechos de piedra, y tenemos la suerte de recibir chavales de una gran calidad humana, al menos en su mayoría.
Pero perder de vista en nuestra cancha a los chicos que
has entrenado durante los últimos 7-8 años te hace sentir que esta
temporada se hará un poco rara. No quiero pasar por alto este hecho
y mostrar mi agradecimiento personal hacia estos dos grupos de
chicos/as.
Fueron los primeros que entrené aquí,
los que pagaron mis primeros errores de entrenador novato, pero que
me ayudaron a aprender lo poco que sé. Los cogí con 12 años, poco
más o menos la edad a la que empecé a practicar este deporte. Me ví
reflejado en ellos, la misma ilusión por el baloncesto que tuve en su día.
Pero más gratificante ha sido poder
verlos crecer como jugadores y como personas, formando un grupo que
al poco tiempo ya no era un equipo, era una familia de amigos, lazos
de amistad tan fuertes que ni siquiera había visto cosa parecida en mis
círculos de amigos del colegio, instituto o universidad. El basket
los unió a todos, alguno/a incluso llegó a hacer algo más que
amistades jeje.
Han representado a la perfección los
valores con los que este club nacía, de deportividad y compañerismo,
pero lo han llevado un punto más allá. Algunos otros se
incorporaron más tarde, y desde el primer día se sintieron como en
casa por el trato que recibieron de los compañeros. Me siento
tranquilo de haber cumplido el objetivo de que se engancharan a este
deporte, se divirtieran incluso en la derrota, e hicieran amistades
para toda la vida. Como os dije un día, los títulos se olvidan, las amistades son para siempre.
Creasteis un buen ambiente tal, que algunos que luego probaron otros equipos, echaron de menos esto. Me sorprendió en muchos de vosotros el nivel de madurez inapropiado para la edad, y una capacidad de trabajo dentro y fuera de la pista que os lleva hoy a meteros en importantes fregaos que seguro os llevarán a ser grandes profesionales de los estudios que cada cual ha elegido.
Creasteis un buen ambiente tal, que algunos que luego probaron otros equipos, echaron de menos esto. Me sorprendió en muchos de vosotros el nivel de madurez inapropiado para la edad, y una capacidad de trabajo dentro y fuera de la pista que os lleva hoy a meteros en importantes fregaos que seguro os llevarán a ser grandes profesionales de los estudios que cada cual ha elegido.
En ningún momento me preocupó que
vistieran una u otra camiseta si seguían manteniendo la ilusión por
el basket y las amistades. Aunque echamos de menos a
todos y cada uno de los chicos/as que ya no están, no podía
permitirme el lujo de dejar escapar estas palabras de agradecimiento
hacia un grupo sin el cual este club no hubiera sido el mismo, y del
que su entrenador se siente muy orgulloso.
Esto va dedicado a los chicos del 97 y 99 (y algunos posteriores de los que no me olvido, pero que seguro volveré a ver pronto si contamos con seniors en un futuro). Cinco
temporadas compartí con los del 97, y siete años ininterrumpidos
con los del 98-99. He aprendido mucho de vosotros, y me he divertido aún más. Gracias!
Borja.